Descripción
En este episodio hablamos de la estrella polar. Pero no solamente de la actual estrella polar, sino también de la última que ha habido. Es que las estrellas se van moviendo. Mira, tú póntelo, y nosotros te contamos.
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Guión
Cabecera
J -¿Oye, qué estás escuchando?
K -Una cosa de la estrella polar, un…
(Interrumpiendo)
J-¿La canción de Pereza? Qué buena es. (cantando) “A la avenida de la estrella polar llega primero el invierno”
K -Pereza la que me das tú. Esto es un episodio serio. Bueno, más o menos. ¿Entra ya esa intro, o todavía no?
INTRO
Desde que el ser humano tiene memoria, siempre ha mirado al cielo. Estrellas, planetas, constelaciones y demás movidas del inmenso, insondable, oscuro, aterrador, insultantemente largo a lo ancho y ancho a lo largo, caótico por naturaleza y nada acogedor espacio. Pero… ¿conoces el origen de sus historias? Empieza Astro.
Mitología e historia
¿Conoces lo que es un astrolabio? Nono, no son los sensuales labios de Zeus. Bueno, esto era un chiste de mierda para empezar, pero no tiene nada que ver con lo que voy a contar ahora.
Ahora es cuando solemos hablar de historia antigua, y de la importancia de la estrella polar en las culturas clásicas. Pero con la actual estrella polar hay un pequeño problema: es polar desde hace solo 1700 años, lo cual es bastante poco en temas astronómicos.
Esto no quiere decir que no hubiese estrella polar antes, sólo que no era la misma... La de ahora se llama Polaris. Antes era Thuban, la estrella principal de la constelación Draco o Dragón, y era la cabeza de este lagarto
En la mitología griega, Draco tiene su origen en las 12 tareas de Hércules. Por mandato divino y real, su trabajo once era conseguir las manzanas del árbol de Gaia en el jardín de las Hespérides. Hera, señora del jardín, colocó a un dragón de cien cabezas como perro guardián. Pero como Hércules estaba más fuerte que el vinagre, le dio matarile. Así que Hera elevó el cadáver de la bestia al firmamento como reconocimiento a su valía, situándolo cerca del polo norte. De hecho, la constelación presenta una de las piernas de Hércules sobre la cabeza del dragón, según la interpretación que le daban los griegos.
Otro mito griego dice que en realidad la constelación es un dragón al que Atenea venció en una batalla contra los gigantes. Tras su derrota, Atenea lo lanzó al cielo, y se enredó en torno al polo norte, convirtiéndose su ojo en la estrella polar de aquellos entonces. Pero como Karaka es fan de Hércules, vamos a decir que esta teoría no es verdad.
Ahora os voy a contar una teoría para los conspiranoicos y los terraplanistas: de esta antigua estrella polar, lo que es el ojo de la constelación del dragón, es de dónde dicen que vienen los reptilianos. A los cuales, también según las teorías, los apoyaba la reina Isabel II en su plan para hacerse con el control de la tierra. No parecen estar pasando una buena racha últimamente.
La actual estrella polar, Polaris, no sale en muchas mitologías clásicas porque es demasiado reciente. Aunque algunas culturas antiguas la documentan, Los mayas, por ejemplo, la llamaban Dios de la noche o Dios del invierno, y decían que albergaba la respuesta a la vida, el universo y todo lo demás. <la respuesta de la vida el universo…. Autoestopista intergaláctico. Buscar audio>
Lo que sí era, y sigue siendo, es una referencia súper buena para navegar por el hemisferio norte. En conjunto con el astrolabio y unas tablas de navegación, permitía conocer desde el rumbo en mitad de la noche hasta la hora.
Mucho más recientemente, Polaris también ha sido la invitada de honor en un concierto de los Beatles. El 5 de febrero de 2006, para celebrar el 40º aniversario de la canción “Across The Universe”, el 45º aniversario de la Deep Space Network y el 50º aniversario de la NASA, esta última emitió la canción desde el Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de Madrid, orientando la transmisión a la estrella polar. Dentro de aproximadamente medio milenio, nuestra amiga podrá escucharla y… A ver qué le parece.
Ciencia
Bueno, vamos a por ese poquito de ciencia. La actual estrella polar, polaris, se encuentra a 447,6 años luz de la tierra, y seguirá siendo polar durante este milenio. Ya para el año 3000 y pico, perderá su posición de mayor cercanía con el polo norte. Así que polaris tiene los años contados como polar. Después, quizás deje de ser Polaris para ser solo is.
En realidad, no habrá una estrella tan polar hasta que vuelva Thuban, la del dragón, dentro de veinte milenios, más o menos. Las estrellas siguen lo que se llama un ciclo de recesión de 26mil años, o lo que es lo mismo, cada 26mil años suelen volver a ocupar la misma posición en el firmamento.
Polaris, en sí, es una estrella supergigante. Que no es que sea muy grande, que lo es, es que supergigante es el término científico. También es amarilla, 45 veces más grande y 5.4 veces más pesada que nuestro Sol, y emite 2440 veces más luz. Te bronceas en dos tardes, vamos. Pero no está sola, tiene un par de hermanas con las que forma un sistema solar. Polaris B es una enana amarillenta, de tamaño parecido al sol. Su otra hermana, Polaris… C, de cansao me tenéis con estos nombres tan originales, es una enana amarilla.
Aunque sean 3 estrellas, y parezca que irradian mucha luz, en realidad no son tan brillantes. Sí es verdad que la estrella polar es la segunda más brillante de la constelación de la Osa menor, también conocida como el carro pequeño. Pero dentro de lo que es el cielo nocturno, ocupa la posición 45. Sí, hay un ranking de estrellas más brillantes. ¿Sabéis cuál es la primera? El Sol… Tenemos un capítulo dedicado entero a él, por si no lo habéis escuchado. Sí, ahora metemos publi de nuestro programa dentro de nuestro programa.
La manera de encontrar la estrella polar, si no te la sabes, es muy de andar por casa. Hay que localizar la Osa mayor, o el carro… eso lo dejamos para otro episodio, pero es como un carro de la compra gigante, muy brillante, con tres estrellas haciendo de mango. Pues una vez que localizas el carro, te vas al lado más alejado del mango, coges esa distancia, y te la llevas cinco veces hacia arriba. Si en vez de carro, te la imaginas como una sartén, 5 veces en la dirección que salta el aceite. Y al final de esas 5 veces, está la estrella polar.
Hay que decir que los del hemisferio norte somos los afortunados con las estrellas polares, los del sur no tienen una estrella equivalente. Bueeeeno… Vale… si nos ponemos muy técnicos sí que la tienen, pero es que no se ve. Así que ellos usan la cruz del sur, una constelación formada por 4 estrellas dispuestas en cruz (si cuando digo que no son originales…). El punto central de cruce es dónde se encuentra el sur, así que ahora ya sabes orientarte en ambos hemisferios. De nada.
Desplazamiento de las estrellas
Hemos mencionado antes que las estrellas se mueven en el firmamento… Aunque es más correcto decir que la culpa es de la tierra, que da vueltas como una peonza que se bambolea porque se va a parar.
Os explico… O al menos lo voy a intentar porque nuestro guionista nos lo ha explicado a nosotros con la cámara puesta mientras movía un dedo en el aire y nos ha costado entenderlo… Bueno, todo viene de que el eje de rotación de la tierra está ligeramente inclinado. No es perfectamente vertical a la órbita de nuestro planeta, sino que está un poco torcido, como la Torre de Pisa. ¿Veís en vuestras cabezas como está de escorada hacia un lado en relación con el suelo? bueno, pues mas o menos ese es el ángulo que tiene nuestro planeta. Ni recto ni tumbado, como si le hubieran soplado fuerte. Pero la cosa no se queda ahí, sino que además el eje da vueltas. Es como si calentaras la torre de Pisa en un microondas. Es este giro del eje de rotación el que provoca que las estrellas polares, y todo el firmamento, de una vuelta cada 26mil años.
También provoca que por ejemplo constelaciones como Orión, que ahora sólo se pueden ver en invierno desde el hemisferio norte, dentro de 12mil año únicamente se podrán observar en verano del mismo hemisferio. Los de las cartas astrales se tienen que volver locos con tanto giro.
Este movimiento recibe el nombre de “precesión de los equinoccios”, y cada giro del eje completo se conoce como un año platónico. Con tantos años de por medio, puede parecer que el tema se mueve muy lento, pero eso es porque no hemos tenido en cuenta lo grande que es el planeta. Si lo pasas a kilómetros, resulta que el eje de rotación se desplaza 36.300km al año. O casi 100 kilómetros al día. Anda tú casi 100 kilómetros al día, a ver si te parece poco.
Algunos pensarían que lo de equinoccio debería relacionarse con las estaciones. Y hacen bien. Debido a este efecto, el otoño y la primavera entran cada año 50 segundos antes con respecto al año anterior. Bueno, vale, la diferencia es entre los equinoccios astronómicos, definidos como el momento del año en el que ambos polos están a la misma distancia del sol, pero también marcan el cambio de estación. De ahí su nombre de “precesión de los equinoccios”.
Pero espera, que hay más. Que al eje de la tierra no le basta con girar inclinada, que es que además tiene un movimiento de nutación. O lo que es lo mismo, que el eje encima va haciendo eses como si volviese de un botellón a las 5 de la mañana. Así que en cada nutación completa, que son 19 años, las zonas polares y tropicales se mueven hasta 700 metros de distancia. Igualito que las primeras líneas de playa en la costa del Sol, vamos.
Resulta que un tal Aristarco de Samos se adelantó incluso a los antiguos griegos. Él fue el primero en decir que el sol es el centro del sistema solar. ¿Y qué hicieron el resto de sus amigos científicos? Se rieron de él en su puta cara. Le cogieron y dijeron, mira Aristarco, si tú tuvieses razón las estrellas se moverían en el firmamento. ¿Y tú las ves moverse? Porque yo no. Ojo, que los griegos ya se sabían lo de la precesión de los equinoccios, y lo tenían súper bien calculado para la época. Aristarco les avisó de que las estrellas no se movían porque estaban súper lejos, pero los griegos le dijeron que no, que el universo no puede ser tan grande, que para qué tanto espacio vacío.
Así que el pobre Aristarco murió teniendo razón sin que nadie se la diese, con sus trabajos perdidos en los fuegos de la biblioteca de Alejandría. Habría que esperar a que Copérnico demostrase que las estrellas sí se desplazan para que el heliocentrismo fuese reconocido como la teoría mayoritaria. Pero no estéis tristes por Aristarco, que en reconocimiento a su contribución, tiene un asteroide y hasta un cráter lunar con su nombre.
Cierre
Ojalá algún día tengamos también un asteroide con el que nos recuerden los científicos del futuro… Aunque nos conformamos con un meteorito. Por el momento, en el bolsillo, tenemos otro episodio finiquitado. Recuerdos al pobre de Aristarco y a todos aquellos científicos que tienen razón pero nadie les hace caso. De parte del equipo, muchísimas gracias por elegir escucharnos una vez más.
Nos vemos en el siguiente programa de Astro con más historietas del espacio.
¡Astro la vista!
OUTRO