Descripción
La Osa Mayor. Una de las constelaciones más grandes en el firmamento nocturno. También conocida como el carro, o la sartén.
Pero, ¿de dónde vienen estos nombres? ¿En qué momento se empezó a considerarla un oso? ¿Y cuántas estrellas componen esta constelación?
Las respuestas a todas estas preguntas, y más, en este nuevo episodio.
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Guión
Intro
-Jairo, ahora que estamos aquí con nuestros sacos de dormir, mira el cielo nocturno, y dime qué es lo que ves.
+Pues… allí veo la constelación del carro, también conocida como Osa mayor.
-Y, ¿Qué más ves?
+Pues siguiendo el carro, puedo encontrar la estrella polar, que siempre señala el norte.
-Y lo que nos hayan robado la tienda… ¿cómo lo ves?
+Ya decía yo que hacía rasca. Tú mete intro, que ya voy yo a buscarla.
Cabecera
Desde que el ser humano tiene memoria, siempre ha mirado al cielo. Estrellas, planetas, constelaciones y demás movidas del inmenso, insondable, oscuro, aterrador, insultantemente largo a lo ancho y ancho a lo largo, caótico por naturaleza y nada acogedor espacio. Pero… ¿conoces el origen de sus historias? Empieza Astro.
Mitología
La osa mayor es una de las constelaciones más famosas de nuestro firmamento, siendo llamada también “el carro” o “el cazo” debido a su forma. Pero, estos nombres no son tan modernos como podemos pensar. De hecho, hay referencias que datan incluso de antes de la invención de la escritura. Vamos por partes.
En las sociedades prehistóricas, toda la cultura se transmitía mediante tradición oral. Uno de los mitos habituales es el de la cacería cósmica, una colección de animales que escapaban de sus cazadores. Así, nuestro carro sería un alce que escapó de los cazadores y se refugió en el firmamento, creando esta constelación.
En cuanto al nombre de Osa Mayor, una vez más, viene heredado de los griegos. Por un lado tenemos a Artemisa, diosa de la caza y la luna, toda pura y casta ella. Por otro lado a Zeus, el avatar del libertinaje. Y completando este lío, tenemos a Calisto, ninfa de Artemisa y nombre de una luna de Júpiter. El caso, que Artemisa quería sólo gente casta y pura sirviéndola. Pero a Zeus le gustó Calisto, y la embarazó, y nació un niño muy mono llamado Arcas. Así que Calisto huye, pues sabe que ya no es digna de seguir en la corte de Artemisa, y ahora los mitos difieren. Por un lado, Hera, celosa de otro escarceo amoroso a sus espaldas de su marido, convierte a Calisto en Oso, y ordena a Arcas que lo mate. Pero, cuando Zeus se entera, convierte a Calisto en la constelación de la Osa Mayor. La otr versión es que se entera Artemisa y la convierte en oso, luego recuerda que eran muy buenas amigas y la hace constelación. Menos mal que eran buenas amigas. c
En la tradición judeo-cristiana, la Osa mayor aparece recogida en el antiguo testamento, en el libro de Job. Aunque claro, a los hebreos de aquella época no les cuadraba un oso con una cola tan larga, porque el mango del carro realmente se corresponde con la, y abro comillas, cola del oso. Así que los hebreos dijeron que como el perro de Ramón Ramírez, que no tiene rabo, que lo que tiene son tres oseznos siguiendo a su mami por el cielo.
Pero la idea del oso es más internacional de lo que parece. Los nativoamericanos iroqueses también consideraban que esta constelación es un oso. En este caso, el oso era perseguido por tres cazadores bien pertrechados. El primer cazador mataba, el segundo llevaba un caldero para preparar un buen acompañamiento, y el tercero la madera para calentar la olla. c
En el continente asiático, en cambio, podemos encontrar mitos que no reconocen un oso en este carro. Por un lado, el sintoísmo japonés dice que es la representación de uno de los dioses que creó el mundo. El hinduismo, en cambio, dice que las estrellas del carro son 7 hombres sabios que ascendieron a los cielos.
¿Y nadie veía el carro pues, ya sabes, como un carro??? Sí, sí, los vikingos. Los vikingos decían que era el carro de Odín, cruzando el cielo tirado por sus caballos de 8 patas. Este caballo realmente fue un regalo de Loki, que se convirtió en yegua y quedó preñado por el caballo de un gigante. Del bombo de Loki salió Sleipnir, este corcel de 8 patas. La mitología nórdica es una locura.
Ciencia
Bueno, pasemos a hablar un poquito de ciencia.
La parte más brillante y conocida de la constelación de la Osa Mayor, el famoso carro, está constituido por 7 estrellas. Mejor dicho, por lo que nosotros vemos como 7 estrellas. Si empezamos contando desde el mango, la segunda estrella, Mizar, es un aparente sistema doble. Esto significa que si te fijas con mucha atención en una noche despejada, puedes llegar a apreciar dos destellos distintos con un poco de agudeza visual. Agudeza visual que se le requirió a los antiguos miembros de la guardia real árabe, pues tenían que superar esta misma prueba para poder entrar en el cuerpo.
Y eso que, realmente, esta segunda estrella en realidad es una superposición de dos sistemas binarios distintos. Es decir, Mizar realmente está compuesta por dos estrellas que orbitan conjuntamente. Y la otra estrella apreciable con buena vista, Alcor, también es otro sistema binario, con sus dos estrellas orbitando con respecto a un centro común.
Pero bueno, pasemos lista. Comenzando desde el mango, las estrellas del carro se llaman: Alkaid, Mizar y su compañera Alcor, Alioth, Megrez, Phecda, Merak y Dubhe. Ahora os las vamos presentando en condiciones, para que os acordéis de sus caras.
Alkaid es el extremo del mango, y es la tercera estrella más brillante de la constelación. Aunque sería el final del rabo de la osa, su nombre de origen árabe significa “la primera de las doncellas de luto”, puesto que los árabes también interpretaban el carro como un ataúd acompañado de sus respectivas plañideras. Y si sois como guión, y no habéis oído nunca eso de plañidera, son mujeres a las que se les pagaba por ir a llorar en los entierros.
A Mizar y Alcor, la mitad de la cola, ya las hemos presentado, pero os contamos un dato curioso. Mizar, que ya hemos dicho que es un sistema doble, tiene el honor de ser el primer sistema binario observado con el telescopio. Probablemente en 1617, recién justito después de que a Galileo Galilei le llamen hereje por defender que la tierra gira en torno al sol.
Así que vamos con Alioth, la estrella más brillante de la constelación. Su nombre, de origen árabe, realmente significa “caballo negro”, pues sería el animal encargado de tirar del féretro en este cortejo fúnebre celestial.
Megrez es dónde se unirían la cola y el cuerpo de la osa mayor. De hecho, este es el origen de su nombre, pues su raíz árabe significa literalmente principio de la cola. Es la estrella menos brillante de la constelación, pero ahí está.
Phecda sería la esquina inferior izquierda del cazo. Este nombre se traduce desde el ccárabe como muslo, al corresponderse con el muslo de la osa mayor. La cultura árabe no se aclaraba si era un cortejo fúnebre o una osa polar.
Y las dos últimas estrellas que quedan, las más alejadas del mango, son Merak y Dubhe. Dubhe es la de arriba, es la segunda estrella más brillante de la constelación, y su nombre significa “el oso” literalmente. Merak, en cambio, se traduce como “lomo”, al ser el lomo de la osa polar.
Aunque estas sean las estrellas más visibles, no son las únicas que se asocian a la constelación de la osa mayor. Si son, en cambio, las 8 con derecho a nombre en condiciones. El resto de las estrellas están catalogadas con una letra griega, una letra normal, o un número. Así pues, Dubhe sería alfa Ursae majoris, y vamos recorriendo letras griegas hasta llegar a “si ursae majoris”. Luego tenemos W Ursae Majoris, AW Ursae majoris… Alcor, la estrella que se confunde con Mizar, se denomina 80 ursae majoris. Y terminamos con nombres tan preciosos como HR 5256 y G 196-3. Se me saltan las lágrimas con nombres tan conmovedores.
Localiza constelaciones
Y ahora que ya sabemos qué es la osa mayor… ¿dónde está? Bueno, pues la osa mayor es una de las constelaciones más fáciles de localizar, al ser la tercera constelación más grande. En el hemisferio norte, la osa mayor se encuentra en lo alto del cielo durante los meses de primavera, y cerca del horizonte durante el otoño.
Lo más interesante de la osa mayor es su utilidad localizando otras constelaciones. La estrella polar, la estrella más brillante de la osa menor, se puede encontrar repitiendo 5 veces la distancia entre las estrellas más alejadas del mango, Dubhe y Merak. O lo que es lo mismo, se puede encontrar repitiendo 5 veces la distancia en el sentido que salta el aceite de esta sartén astronómica. Si seguimos prolongando, llegamos a Cefeo, la constelación con forma de casita. Y en el espacio que queda entra la osa mayor y menor, sobre el mango de la osa mayor, se encuentra la constelación del dragón.
Y no son estas las únicas constelaciones que la osa mayor ayuda a encontrar. Si continuamos la curva del mango unos 30 grados más, llegamos a Arcturus, la estrella más brillante de la constelación de Boote, o el boyero. Esta constelación se ve mejor durante los meses de primavera y verano en el hemisferio norte, y durante el invierno y el otoño en el hemisferio sur. Tiene sentido que esta constelación esté tan cerca, pues algunos mitos dicen que es Arcas, el hijo de Zeus y Calisto del que os hablábamos al principio de este programa. Y si continúas esta curva encontrarás no mucho más lejos a Spica, la estrella más brillante de la constelación de Virgo.
Y tomando el camino inverso a la estrella polar se puede llegar a Regulus, la estrella más brillante de la constelación de Leo. Es decir, si para ir a la estrella Polar cogemos el lado más alejado al mango y prolongamos alejándonos del fuego de la sartén, para ir a Regulus cogemos el lado al que está pegado el mango y prolongamos unas 5 veces de nuevo atravesando la vitro.
Cierre
Y si seguimos prolongando desde la osa mayor, descubriremos que hemos llegado… al final de este episodio! Muchísimas gracias por habernos escuchado una vez más, y recordaros que nos sigáis en nuestras redes sociales, que estamos haciendo contenido especial para los que nos seguís en Instagram y a través de Youtube.
Nos vemos en el siguiente episodio!
¡Astro pronto!